Los seres humanos siempre tuvieron una gran fascinación por
el movimiento y por la representación y conservación de las imágenes.
Desde tiempos muy remotos trataron, a través del dibujo, de
simbolizar el movimiento de los animales y de los hombres, por ejemplo en las
escenas de cacería que dejaron nuestros ancestros prehistóricos en las
cavernas.
Un invento milenario, que aún podemos utilizar para jugar,
son las sombras chinescas: se trata de proyectar sobre la pared sombras que se
asemejan a siluetas de personajes, animales u objetos, logradas con nuestras
manos al interponerlas en un rayo de luz.
Durante el siglo XIX se inventaron algunos objetos que
creaban la ilusión del movimiento, por ejemplo el zoótropo, que era un cilindro
con dibujos que giraba alrededor de un eje, dando la ilusión de movimiento.
Podían dibujarse varias escenas con el movimiento de un caballo y, al girar el cilindro,
se llegaba a ver a un caballo corriendo.
Hacia 1822, los franceses Niepce y Daguerre crearon la
fotografía. A mediados del siglo XIX su uso fue generalizado y posteriores
investigadores perfeccionaron el invento. Pero había que dar el paso de la fotografía
fija a la fotografía móvil.
En 1895 los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo,
aparato para crear y exhibir películas, con el que produjeron películas muy
breves: obreros saliendo de una fábrica, olas rompiendo en la orilla y un
jardinero que termina siendo regado por la manguera.
En 1896 Geroges Meliès creó películas de una gran fantasía,
ellas mostraban cohetes llegando a la Luna, y carrozas que viajaban por el
espacio.
Se considera que el cine es el arte del siglo XX. Por sus
características alcanzó una difusión antes inimaginable para un producto
artístico, puesto que era posible que una película fuera apreciada
simultáneamente por millones de personas, a diferencia del teatro o de la ópera
que podían llegar, a lo sumo, a cientos de espectadores.
El cine es, además, una síntesis de numerosas artes, pues
requiere de artistas plásticos en la fotografía, de músicos en la ambientación
sonora, de actores y actrices, de escenógrafos, de sonidistas, etc.
Antes de la Primera Guerra Mundial el cine ya se había
convertido en un espectáculo popular, pero la creación cinematográfica y
la afluencia de espectadores crecieron significativamente en el período de
entreguerras.
Las películas, que en esos años no tenían sonido, eran
acompañadas por la música que ejecutaba un pianista instalado frente a la
pantalla. De este modo con los acordes que se ejecutaban se acentuaba el
carácter gracioso, de suspenso o de grandiosidad de las escenas filmadas.
En el cine europeo se destacaron en ese tiempo las producciones
de los rusos, principalmente de Einseistein que realizó una de las mejores
películas de la historia del cine mudo: “El acorazado Potemkin”. En las obras
de este autor se relatan los acontecimientos revolucionarios que Rusia vivió a
principios del siglo XX.
También en EEUU se desarrollaban investigaciones simultáneas
a las de los europeos a cargo de Edison y Griffith, este último creó la forma
de filmar que hace que una película sea atractiva: manejo adecuado de los
tiempos, planos y suspenso.
En EEUU las películas se empezaron a rodar en Hollywood, en
las afueras de Los Angeles, donde se desarrollaron el cine cómico y las
películas de vaqueros.
En 1927 se creó el cine sonoro, lo que permitió mayores
posibilidades expresivas a través de los diálogos y la música.
Aparecieron en ese momento las comedias musicales y las
películas de dibujos animados. En 1927 la productora Warner Brothers lanzó “El
cantante de Jazz”, primera película con banda sonora de la historia: el sonido
estaba incorporado en una banda al lado de la banda de las imágenes.
En 1928 el dibujante y productor Walt Disney creó nuevas
series de dibujos animados siendo su primer personaje el ratón Mickey, que
pronto llegaría a la pantalla.
El cine continuó su proceso creativo hasta el día de hoy en
base a diversos géneros o temas: películas del Lejano Oeste, comedias, dramas,
obras de terror y suspenso, policiales, de ciencia-ficción, etc.
Un personaje muy conocido en la historia del cine es
“Carlitos”, interpretado por el actor inglés Charles Chaplin quien, alcanzó un
gran éxito por su comicidad y ternura. Sus primeras películas fueron mudas,
aunque finalmente también creó películas sonoras.
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